La fibra tiene una gran importancia en la dieta, su valor radica en las dos partes que la conforman: su parte soluble, que al metabolizarse se convierte en un nutriente indispensable para el intestino; y la parte insoluble, que favorece el tránsito intestinal y se convierte en un elemento imprescindible para el control del estreñimiento, o una digestión adecuada.
Además, 100 gramos de manzanas tienen el 3% del total diario calórico necesario: 52 calorías, y aportan hidratos de carbono en forma de azúcares como fructosa, glucosa y sacarosa.
La lechuga por su riqueza en fibra produce una gran sensación de saciedad después de haberla comido, además de un suave efecto laxante. Esto la convierte en un alimento muy indicado como entrante o guarnición en dietas de control de peso.
Además, previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de la glucemia en las personas que padecen diabetes. La mayor parte de la fibra de la lechuga es celulosa.
También contienen vitaminas del grupo B, sobre todo ácido fólico, y minerales como el potasio, el calcio, el fósforo, el magnesio, el hierro y el zinc.
Almendras. Este alimento está considerado dentro del grupo de productos que contienen y aportan una gran cantidad de fibra: cuatro gramos, en relación al porcentaje de valor de referencia nutricional y son perfectos para incluir en las dietas diarias
Nota final.
En relación a las verduras de preferencia se sugiere cocinarlas al horno, comerlas crudas o darles una preparación únicamente hervida, es decir solo cocidas en agua para que mantenga sus beneficios para la salud.